- El debate persiste a la hora de elegir la educación adecuada para las personas minusválidas, entre las dos opciones que existen: la integrada en centros ‘normales’ y la específica para cada discapacidad. Y es que si los propios expertos presentan opiniones diferentes, las familias lo tienen aún más complicado antes de tomar una decisión de la cual va a depender que en un futuro sus hijos puedan valerse por sí mismos y salir adelante en la vida.
“Muchos padres creen que educar a sus hijos es que aprendan a leer y escribir. Nosotros pensamos que, si bien hay que enseñarles a leer y escribir, lo importante es que sepan desenvolverse en la vida diaria, que sean capaces de coger el autobús o ir a hacer la compra, como cualquier otra persona”, asegura Matilde Muñoz de Leyva, directora del Colegio Estudio 3, de AFANIAS (Asociación Pro-Personas con Deficiencia Mental).Si bien los planteamientos en el mundo de la educación para discapacitados no son siempre tan radicales, ya que dependen de las minusvalías de los afectados, si está claro que es un tema en constante evolución, donde lo que era bueno hace unos años hoy no lo es tanto.Que los padres elijan el centro adecuado depende de muchos factores y todos los expertos coinciden que cada caso es diferente y debe ser atendido de una forma individualizada. Más aún, cuando la educación es en la actualidad una pieza fundamental para poder coexistir con éxito en una sociedad cada vez más competitiva y preparada, en la que todos, no sólo los discapacitados, tienen dificultades para salir adelante.En nuestro país las personas que padecen algún tipo de discapacidad tienen dos opciones educativas: la educación integrada con alumnos ‘normales’ y la educación específica. Ante estas dos alternativas la elección no siempre está clara para la familia. Dependerá de la discapacidad del niño y del entorno socio-cultural en el que esté inmerso.No obstante, cada experto suele tener sus preferencias. Pedro Pérez, director del Instituto para Sordomudos Ponce de León, de Madrid, considera que “la educación específica permite a los niños sordos adquirir una formación que les permite alcanzar un mayor conocimiento del lenguaje oral, aunque sin descartar el lenguaje de signos”. Este defensor de la educación especial infantil asegura que en muchas ocasiones el niño con problemas no es atendido correctamente por sus profesores en los colegios no específicos, ya que no saben cómo tratarlo, por lo que se puede llegar a sentir frustrado y no desarrollar sus capacidades.Pero no todas las opiniones coinciden. Carmen Jáudenes, técnico educadora de FIAPAS (Federación de Asociaciones de Padres y Amigos de los Sordos) aboga por lograr la integración apoyada en la logopedia y la rehabilitación, aunque reconoce que “hay padres que prefieren los centros específicos”.Pero si en el mundo de los sordos hay disparidad de opiniones entre los expertos en la materia, en otras discapacidades la elección la marca en muchos casos la situación familiar. “Muchos de los niños ciegos que estudian en colegios de la ONCE lo hacen porque en su entorno familiar tienen problemas o porque han pasado por la educación integrada y no se han adaptado”, explica María Jesús Rodríguez Solís, que atiende como profesora de apoyo a alumnos invidentes y deficientes visuales en centros ‘normales’.Y es que la ONCE ha conseguido integrar con bastante éxito a sus niños afiliados. Para ello, ha firmado un convenio de colaboración con el Ministerio de Educación para que vayan profesores itinerantes a los colegios que acogen pequeños ciegos, que en teoría pueden ser todos. Así, además de tener un profesor de apoyo en el propio centro, los alumnos con ceguera o deficiencia visual reciben periódicamente la visita de un docente especializado en su discapacidad.Este sistema ha triunfado y el número de alumnos que van a centros especiales de la ONCE se va reduciendo. Aún así, hay niños que debido a sus malos resultados escolares salen de centros de integración para entrar en centros de la organización de ciegos. “Hay muchos niños que pasan de la educación integrada a la específica achacando sus malos resultados escolares a su problema visual y la falta de adaptación al centro, pero en muchos de estos casos el fracaso escolar persiste, demostrándose que el problema no es la vista sino el niño” apunta Reyes Pérez Rus, técnico de rehabilitación básica de la ONCE.El planteamiento es diferente en los niños con problemas de tipo psíquico. Matilde Muñoz de Leyva, responsable de Estudio 3, centro especializado en la educación de esta discapacidad, cree posible una educación integrada cuando los niños son más pequeños, porque sus intereses son parecidos, pero considera que a partir de la adolescencia es necesaria una especialización en los contenidos educativos.
El debate persiste a la hora de elegir la educación adecuada para las personas minusválidas, entre las dos opciones que existen: la integrada en centros ‘normales’ y la específica para cada discapacidad. Y es que si los propios expertos presentan opiniones diferentes, las familias lo tienen aún más complicado antes de tomar una decisión de la cual va a depender que en un futuro sus hijos puedan valerse por sí mismos y salir adelante en la vida.
¿Minusválido, discapacitado? son palabras que nunca me han gustado. Yo soy uno de ellos, pero no me considero uno de ellos.
ResponderEliminarHay sordos, ciegos, mudos, epilépticos o esquizofrénicos.
Hay guapos, listos, tontos y no por ello dejan de ser personas.
Nunca me ha gustado ese menosprecio. El afán de los gobiernos, de los servicios sociales para clasificar a las personas, pero acaso no somos todos personas.
Soy Educador Social y ésta es una de las cosas que dentro de una corrección lingüística es la forma de expresarme.
Oye, ahora mismo me hago seguidor de tu blog. Gracias.
Hola soy Rita.
ResponderEliminarEstoy hacendo un cursos para ayuda a personas con discapacidad, estoy deseando empezar las prácticas.
En el curso nos han enseñado que no son discapacitados, son personas con discapacidad.
besos.